Casi sin darnos cuenta ya se nos ha acabado la oposición de Marte de este año 2018, la mejor oportunidad que había para observarlo desde el año 2003 dado el tamaño angular aparente que ha llegado a alcanzar: unos nada despreciables 24.3” (segundos de arco) el día 31 de julio.
Pero la observación de dicho planeta no iba a resultar tan fácil como se prometía. Como factores en contra para poder observar los detalles superficiales de Marte estaba en primer lugar la baja altura que este año iba a tener el planeta sobre el horizonte dada su situación entre las constelaciones de Sagitario y Capricornio, lo cual hace que su observación se realice a través de una capa atmosférica más gruesa que si se encontrara situado más alto en el cielo. En definitiva esto normalmente se traduce, como así ha sido, en condiciones mediocres de estabilidad atmosférica o “seeing”, lo cual emborrona los detalles que pueden apreciarse al telescopio.
Por otro lado, en las semanas previas a la oposición y hasta bien entrado el mes de agosto, se produjo en Marte una tormenta de arena a escala prácticamente global que tuvo como consecuencia que los detalles normalmente visibles al telescopio, se palidecieran y emborronaran durante semanas. Estas tormentas están causadas por vientos de más de 150 km/h y se producen cuando Marte se encuentra en las cercanías del perihelio de su órbita, la temperatura se eleva en el hemisferio Sur por ser finales de primavera y por el mayor acercamiento al Sol, lo que causa que el suelo pierda su humedad. En ciertas regiones, especialmente entre Noachis y Hellas, se desencadena entonces una violenta tempestad local que arranca del suelo seco imponentes masas de polvo. Éste, al ser muy fino, se eleva a grandes altitudes y, en unas semanas, cubre no sólo todo un hemisferio sino incluso casi la totalidad del planeta. El polvo en suspensión en la atmósfera provoca una neblina amarilla que oscurece los accidentes más característicos del planeta. Aquí os dejamos una serie de imágenes recogidas en la web de la NASA en las que se aprecia la espectacular dimensión de esta tormenta:
Nuestro compañero Txus García abrió la veda de Marte el día 14 de junio, en plena tormenta marciana, y aún así pudo sacar desde el Observatorio Astronómico de Izki esta meritoria foto con su Schmidt Cassegrain de 8” en la que se observan algunos rasgos generales del planeta rojo:
Por mi parte, he estado bastante activo en cuanto a la observación de Marte este verano, pero las condiciones de mal seeing predominantes casi todas las noches han hecho que la cosecha sea más bien pobre. Aun así, aquí quedan cuatro dibujos para el recuerdo. El telescopio utilizado fue un Maksutov-Cassegrain de 180 mm equipado con binoviewer y oculares zoom, trabajando a un aumento comprendido entre 240x y 320x. En la serie de dibujos que muestro a continuación se aprecian los rasgos más característicos de Marte, así como el tamaño angular aparente que mostraba en cada ocasión:
Me ha llamado la atención lo rápido que va disminuyendo de tamaño aparente a medida que la Tierra se aleja de Marte y cómo el casquete polar sur se va empequeñeciendo progresivamente por los cambios estacionales en dicho planeta. Durante varias de las observaciones empleé también un filtro de Neodymio, el cual me resultó muy útil para apreciar mejor tanto el casquete polar sur como lo que parecían sutiles zonas de niebla en la zona periférica del casquete polar norte, cuya tonalidad no era blanca del todo sino más bien grisácea. Hace unos días tuve ocasión de volver a echar un vistazo a Marte, pero su tamaño aparente ha disminuido hasta los 11” y ya se hace muy complicado observar detalles finos en su superficie, así que me temo que ya nos tenemos que despedir de él hasta la próxima oposición en 2020.
HURRENGO ARTE MARTE!!!
David Sedano